30 diciembre, 2004

Una llamada

El teléfono estaba sonando, usualmente lo dejo desconectado en mi pieza, para que no me moleste, por alguna razón estaba conectado esta ves. -Alo? -Alo, estará Leonardo. Inmediatamente reconocí esa voz, que durante tanto tiempo me fue tan familiar. ¿Por qué llamaría? Ha pasado tanto tiempo, años, y muchos en que no hablamos. ¿Por qué llamaría? No me lo dejaba de preguntar mientras avanzaba este “Small Talking”. -Hola ¿como estas? Tanto tiempo. Recuerdo la primera ves que hablamos, estaba sentado en la arena, y ella apareció me sonrió me saludo, como si me conociera, tan tiernamente, pero eso fue hace muchos años atrás, yo era un niño entonces y ella también. Recuerdo la última vez que hablamos, y recuerdo gritos y llanto, recuerdo que nuestras palabras dejaron de ser tiernas para transformarse en los cuchillos que cortarían nuestra relación, en aquel momento ya no éramos niños... ninguno de los dos. ¿Por qué llamaría? Creí que el tiempo era un viento suficientemente fuerte como para borrar mis huellas, creí que la vida era suficientemente larga como para darle tiempo al tiempo y dejarle soplar con todas sus fuerzas. ¿Por qué llamaría? Lo último que supe de ella fue que celebraba su tercer año de noviazgo con su pareja, y eso fue hace casi un año atrás. No recuerdo bien quien me lo contó, pues trate de deshacerme de la gran mayoría de nuestros “amigos en común” como una especie de Réquiem de liberación y olvido. ¿Por qué llamaría? ¿Qué a caso no quedo todo claro años atrás? Comenzó a hablarme de su vida en todo este tiempo, como termino con el colegio y con su novio, como comenzó con la universidad, su relación con sus compañeros, su familia. Sinceramente no pude seguir escuchando más. -¿Por qué me cuentas todo eso? Muchas cosas han pasado, y te siento como una completa extraña, no veo por que me confías todo esto, y no veo por que confiarte nada… ¿Por Qué llamaste? Después de un respiro respondió. -Para que vuelvas a confiar en mí, para… para juntarnos, salir a alguna parte… para conocernos de nuevo… El tiempo a veces parece recuperar o estropear las cosas, pero en realidad es uno el que se encarga de ello, el tiempo no tiene nada que ver, y a veces una simple llamada, y unas simples palabras lo demuestran. “…Fueron pasando los años y algo nos hizo daño, Crecimos sin darnos cuenta que al juguete se le acabo la cuerda. Por arte de magia se pierde la gracia. Volvamos a recuperarla, comencemos a practicar...” -“Brocacochi”, Chancho en Piedra

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